10ma LUNA

¡Hoy es el día del canto! La décima noche, regalo de duendes, una última luna, la última fiesta del 49º Festival Nacional del Folklore. Un festival que sigue convocando sueños, esperanzas y talentos. La magia que esconde es la fuerza de un pueblo que sigue firme el camino de la lucha. El Ballet de la Costa y el Ballet Camin iniciaron el final del único modo que se puede cerrar Cosquín ¡Festivaleando!. Ante la plaza de pie se despidieron del país mientras las campanas repicaban, haciendo eco en las sierras. El ¡Aquí Cosquín! fue un grito fuerte que vibró en las gargantas, y la arenga del Negro Gutiérrez acompañó emocionando con voz lastimada el cielo de colores. ¡No pueden callar esta fiesta!

Fiesta de SantiagoCuti y Roberto Carabajal, chacarera en alto, empezaron la fiesta musical más importante del país. Las palmas llenaron el fresco aire del Valle de Punilla. Un valle de ríos, cerros y canto. Los santiagueños engalanaron la velada entregando flores a las mujeres presentes en el primer día del mes del amor.
“Déjame que me vaya” se cantó suavecito para que todos puedan ser escuchados, porque realmente todos guardamos una chacarera en el corazón. Herederos de una tradición cantora, con veinte años en el escenario y toda la vida en la música folklórica, el dúo llenó de invitados el escenario, y con saxofón incluido “Entre a mi pago sin golpear” recorrió las plateas entre gritos y el aplauso en alto. “Desde el puente carretero” recordó aquellos pagos santiagueños en un espectáculo hecho de bombo y chacarera. No faltaron los bailarines, ni en las tablas ni en los pasillos del auditorio. Canto 4 subió a cantar “Domingo Santiagueño” de Carlos Carabajal. El público no los dejó irse tan fácil y el bis trajo “Entra en mi Hogar” para un público de pie, palmas al cielo en la celebración de todos los argentinos.

Ángela Irene entró zambeando en pleno escenario “Zamba de carnaval”. El poder de su garganta estuvo acompañado por la talentosa guitarra de Luis Salinas, un lujo para la noche de la pampeana, que es un personaje entrañable de este Festival, con más de 32 años de presencia. Se alejó de la fiesta entre chamamés y aplausos llenos de respeto y cariño, dejando el recuerdo de su voz.
El cantautor mendocino, radicado en la provincia de La Rioja Javier Figueroa cantó tonaditas para las mujeres y cuecas con “Sabores Cuyanos”. El gato siguió y la chaya se vivió en todo el país. El artista se llevó el canto y las palmas del público. Rumbeando por Formosa, el grupo Quórum compartió paisajes de gente sencilla y buenas canciones. El Litoral se hizo presente así en la última noche festivalera. “Quiero cantarte mis suelos” dijeron, soñemos juntos el reencuentro en el 50º Festival.
Uno de los últimos próceres del folklore Ramón Ayala acompañó la luna coscoína. Poeta cantor, creador del “guarambao” baile del amor y del Uruguay, desde la selva, el algodón y anchos ríos. Regaló sus líricas y particular humor en el andar de la luna.La Delegación Oficial de la Provincia de Mendoza fue una celebración a la región cuyana de nuestra país. Danza, canto: un verdadero festejo hecho de cuecas y pañuelos.
Desde Santa Fe Marcos Basílica hizo eco en el ambiente con la fuerza de su voz. El joven talento que por primera vez pisaba el Atahualpa Yupanqui dejó promesas de regreso en chacareras. Ganador de las Peñas, elegido por el jurado, llenó de aires frescos y vivaces el auditorio.Mariana Carrizo, coplas y risas desde SaltaSiempre hace falta y es un placer para Cosquín tener esta mujer norteña. “La vida de cardón” de Don Atahualpa Yupanqui subió con su canto llegando al aplauso y concluyendo en coplas para hombres bien plantados y alusiones a la figura mítica de la “suegra”.
En una noche de amigos no quiso dejar de cantar “Zamba de la Candelaria” de Jaime Dávalos y Eduardo Falú y “Cuequitas del desengaño” de Arsenio Aguirre y Margarita Palacios. La ovación la despidió mientras el giro del plato cerraba el encuentro.Yatiri llegó pasada la una de la mañana. Con cuerdas y percusión, el trío entonó candombes de anécdotas de borrachos de carnaval y músicas que llegan al alma.
El dúo La Yunta trajo desde Tucumán algunas chacareras abrigadas de ponchos y caminos de magia. Orgullosos tucumanos, pusieron a cantar a cuanto ser se encontrara en la Plaza Próspero Molina con “Viene Clareando”, y cantando la zamba “El Jardín de la República” se fueron llevándose consigo la aclamación del público. Con “Piedra y Camino” de Don Atahualpa Yupanqui llegaron Los Novas. Su cantar vigoroso hizo bailar el carnaval, subiendo las palmas, en una fiesta que ya estaba en su plenitud.Siempre Salta comenzó su actuación con “Corazón Verdugo” de Peteco Carabal. Los norteños celebraban con coplas la noche salteña, que culminaría con la presentación de Jorge Rojas.

Fuente: www.aquicosquin.org